jueves, 3 de octubre de 2013

203. Un no, como respuesta

A poca distancia de tu piel, mi piel. Sigamos oyendo los pájaros, suspirando, sintiendo, respirando la brisa fresca que entra sin permiso, al mismo tiempo tu mano recorriendo mis piernas suavemente, las caderas y mi espalda. Ignoremos juntos la existencia en el momento, huyamos, corramos, gritemos pero no antes sin permitir a tu oído ser escucha de mis suspiros. Apriétame un poco más, juguemos a conocernos otra vez,
¿Escuchas mis palabras? se volvieron poco claras... nuestras miradas también se encuentran, es hora de desaparecer.
Y allí estaba sin más, desnudó cada centímetro de sueño y esperanza en aquel momento. Las miradas no se encontraron rápidamente, era difícil obligar a que algo suceda...
Era muy intimidante la sensación que recorría el cuerpo cuando se entregaba lo último -esa vez, de su boca no salió un suspiro-  Siempre se había visto capaz de seguir adelante, pero por muchas razones y sin ninguna, aquella noche todo fue diferente.

 A veces... duele demasiado imaginar un no como respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario