jueves, 19 de septiembre de 2013

199. Cuantas guerras he librado por tenerte aquí a mi lado

Sin motivo alguno, sin un porqué exacto, tendemos a cubrirnos con las sombras del pasado. Tenemos la manía de creernos todo aquello que nos cuentan. Todo influye. Es como andar por tierra plana en un planeta redondo. Nos gusta rondar por las ilusiones que nosotros mismos nos hacemos. Ilusiones que perduran en el tiempo. Llegamos a un punto en que la confianza es tan grande, y la seguridad en nosotros mismos es tan irreal, que no nos importa esperar días, minutos, meses, si estamos completamente convencidos de que va a ocurrir. ¿El qué? Pues nadie lo sabe. Pero tenemos la mentalidad, podría decirse, con personalidad propia. Y así, poco a poco, la incredulidad se disuelve. Y la historia interminable llega a su fin. Y cuando juzgas cada movimiento, cada pensamiento, entiendes que Lo que me llevará al final serán mis pasos, no el camino. 

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