No es eso. Nunca hablo de él
porque jamás sabré decir 'es' o 'fue' el amor de mi
vida. Porque no sé si estar triste o contenta cuando lo menciono o lo mencionan
otros. Porque él sólo fue un amor no correspondido que envenenó mi vida, y no
quiero volver a desenterrar todos esos recuerdos. Porque cada segundo que
pasaba con él contaba más que cualquier segundo. Pensé que era distinto, que
era mi alma gemela. Siempre tan atento y siempre haciéndome reír. Cuánto me
gustaba estar con él. Y ahora me encuentro aquí, llorando por él y llorando por
mí, que me encuentro sola y perdida. La que se suponía que era fuerte y jamás lloraba
por un tío con el que sólo había estado unos meses. Porque dejé de amarle para
amarle aún más. Porque ahora vivo solamente por él, pero sin él. Sola y con sus
recuerdos. Unos malditos recuerdos que no se pueden abrazar, tocar u oler. Unos
recuerdos que poco a poco se desvanecerán con el tiempo.
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