lunes, 27 de mayo de 2013

158. "Te hablaré cada diez veces que te eche de menos"

Hay una cosa que sigo sin entender de ti. Lo fuiste todo para mí (si, en su momento), después algunas cosas se torcieron (por el miedo), hace unos días (quizás meses) éramos inseparables, y ahora vienes con todos estos sentimientos escondidos que mi cabeza no asimila. Yo fui la que estuve ocho meses, ocho, pasándolo mal. Sintiéndome utilizada y manipulada. Porque eso es lo que me hacías sentir, aunque esa no fuera tu intención. Me duele. Duele como si tuviera un látigo que me azota cada vez que aflora un mínimo sentimiento tuyo hacia mí. Porque siempre tendrás ese miedo a enamorarte de mí. Me sacaron del apuro, por unos 6 meses. Desde que tuviste la oportunidad volviste como una ráfaga de viento, para quedarte como una nube de esas negras que salen en las películas de los dibujos animados, que nunca se van. Siempre, o casi siempre, has estado ahí. Lo has estado cuando lloraba y cuando reía. Cuando nos veíamos y la tensión se sentía. Y gracias te lo agradezco de corazón. Empieza a ser tú, y a sentir. A no tener miedo y afrontar las cosas como vienen por favor. Demuéstrate a ti mismo que vales más de lo que crees, y que siempre has tenido a alguien al lado. Que te ha sabido valorar y apreciar. Hasta tus más grandes defectos ha defendido. Porque la verdad es que siempre te he querido.
Esto era para pedirte perdón, por decepcionarte. Pero he de empezar a velar por mi salud antes que por la tuya, o por la de cualquier otro.
Recuerda, lo nuestro siempre será un trabajo sin resolver.

No podrás librarte de mí tan fácilmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario