La espada que atraviesa mi
alma cada vez que me dices que no, cada vez que ignoras mis humildes y necias
palabras que sólo dicen lo que sienten, es la misma que me ayuda a superar con
el incontrolable humor de mi oscuro corazón que lucha contra la claridad
inhumana de tus insonoros besos.
Un caluroso 'buenos días, te
he echado de menos mientras dormía', con sabor a ti, es lo que pido a partir de
ahora, cada vez que me encuentre sola, o con tu armoniosa compañía.
Invisibles sábanas que se
aclaran cada vez que nos rozamos. Universo paralelo que nos avisa de que hay demasiado
odio cada vez que nos queremos. Corazón frío el de mi cuerpo que se da cuenta
de que se para el tiempo cada vez que nos besamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario