lunes, 1 de abril de 2013

137. Dependencia de un (simple) despertador


Me he parado a pensar y me he dado cuenta de algo; si ahora no estuviese aquí, nadie me echaría de menos, la vida seguiría para todos como si nada hubiese ocurrido.
No puedo más, ha llegado a un punto en que ni yo misma me quiero, es mirarme al espejo y querer cambiarlo todo de mí, o mejor aún, ni querer mirarme al espejo.
Me siento sola, siento que soy una decepción constante para todo el que me rodea, siento que quiero dar la imagen de persona madura e independiente, pero lo cierto es que a cada paso que doy una estela de errores pasados me acompaña… y … siento que nadie merece tenerme a su alrededor.
Soy una chica de carne y hueso, estoy acostumbrada a hacerme la dura, pero últimamente necesito un abrazo, una sonrisa y un beso en la frente, de esos que dicen que todo irá bien.
Odio que me digan cosas a lo, que “soy guapa” que “valla a por otro”, porque 1. No es así y 2. ¡NO QUIERO A OTRO!
Necesito desplegar las alas y volar, sentirme libre, buscar un cambio más en mi vida, una independencia, aprender a superar el pasado, embarcarme en una nueva etapa de mi vida.
Pronto tendré los 17 y serán los años con lo que mi nueva vida empezará; universidad, independencia… sin temores, ni pasados oscuros.
Necesito tener a alguien a mi lado, pero en mi cabeza solo existe uno- y es que el amor no es algo que se pueda apagar sin más, no tiene un interruptor para poder ponerlo en 'OFF' y ya está, se acabó… no… el amor siempre permanece dentro de cada uno de nosotros. Y más esa persona por la que te enamoraste por primera vez….
He llegado al punto de no saber que deparará  mi futuro  me despierto por obedecer al despertador y no porque quiera; respiro para mantenerme con vida un día mas; y me voy a dormir pensando que solo, me tengo a mi misma de ahora en adelante…



No hay comentarios:

Publicar un comentario