lunes, 4 de febrero de 2013

126. Decisiones que tomar


Me rindo, desisto, abandono, no puedo más...
Dicen de mí que me sobra optimismo y energía, ahora bien... ¿Dónde se esconden?, esos dos rasgos han desaparecido de mi por completo.
Me muestro aparentemente indiferente hacia todo, pero estoy llena de ira y de odio.
Odio, hacia él, hacia mí, hacia el amor, hacia los convencionalismos de una pareja, odio en general.
Siempre he sido la chica sumisa que nunca daba su opinión, que nunca se rebelaba, que siempre hacía lo correcto, que no le contestaba a nadie... pero pasa el tiempo y una aprende a convertirse en una mujer que deja atrás las zapatillas y usa tacones, en una mujer que habla, ríe hasta llorar, no deja que nadie le conteste con malas palabras y siempre está por encima de todo, pero todo lo que viene se acaba yendo, y me siento más vulnerable que nunca, como hace años, me siento extremadamente insegura de mi misma y de cada una de mis acciones, me siento frágil, y siento que vuelvo a ser esa chica sumisa con la que cualquier chico hace lo que le da la real gana.
¿Por qué tengo tan poco control?, ¿Por qué le entrego mi corazón a cualquiera?, ¿Por qué creo tanto en el romanticismo?, ¿Por qué a pesar de darme cada día más de hostias que el anterior sigo viendo la luz?
Te entregué todo mi corazón, todos mis miedos, todos mis sueños, todos mis éxitos y fracasos, todo mi pasado y mi futuro, mi confianza, mis ilusiones, mis sonrisas, mis sentimientos, y tú... ¿Qué has hecho?, no luchar, rendirte al momento en el que algo bueno iba a pasar, has hecho daño.


No puedo más, trato de no pensar en todo esto, pero al estar sola lo hago y entonces una lágrima se precipita, y otra, y otra, y otra, así hasta perder la cuenta, lloro, muero por dentro, paso de sentir amor a sentir odio, paso de desear verte a golpear la pared hasta que me calmo.
Ya no espero nada de nadie, ya no quiero otro novio, ya no quiero nada... quiero cambiar, demostrarme a mí misma que no necesito a ningún hombre para ser feliz, que yo misma soy la artífice de mi felicidad y que ésta misma no depende de nadie más. O contigo o cambio, es tu decisión. Tú me dijiste que tú eres el único que tomaba decisiones en esta relación nunca te daría más la razón.

ES TU DECISIÓN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario