Querido tú;
Dicen que cuando dos
personas están destinadas a estar juntas nada importa, ni el paso del tiempo,
ni la distancia, ni el olvido ni cualquier otra razón.
Dicen que cuando dos
personas están destinadas a estar juntas, acabarán encontrándose, pase lo que
pase, ya que hay una inexplicable conexión que consigue no separar a esas dos
personas.
Todavía sonrío cuando leo
aquellos mensajes en los que podía verse que me tenías en un pedestal, y yo...
que tiempo después me caí me he dado cuenta de algo: No podemos dejar que nos
influencien, da igual quien sea y el grado de poder que tenga en nuestras
vidas, nadie puede decidir por nosotros, nadie puede saber cómo nos sentimos,
porque... solo una persona sabe cómo debes actuar, y esa persona eres tú,
solamente tú.
No soy perfecta: soy
impuntual, me río en esos momentos en los que se precisa guardar las maneras,
lloro con el final de mi película romántica favorita -a pesar de haberla visto
mil y una veces- y por supuesto siempre creo en un final feliz aun arrastrando
varias historias catastróficas.
Me río de aquellos que
afirman que se puede vivir sin amor, lo cierto es que no se puede, y no se debe
llevar a los extremos tanto la independencia como la dependencia. No
necesitamos a alguien pegado a nosotros las 24 horas del día, pero tampoco es
sano permanecer siempre solos con la única idea de que somos lo suficientemente
fuertes como para resistirnos al encanto del amor.
Sé que llego tarde, que
después de haberte confundido en varias ocasiones, después de haberte enamorado
de mí y yo pisotear tus sentimientos no tengo ningún derecho a irrumpir ahora
en tu vida.
Sé que a pesar de mis
defectos albergo buenas intenciones y buenos sentimientos, y... te juro que
esta vez sí, que esta vez llevo meses enamorada de ti, que mientras hablo
contigo tengo esbozo una sonrisa de forma permanente.
Quiero estar contigo, quiero
darlo todo por ti, ¿Me das una oportunidad?
TE QUIERO, SIEMPRE LO HARÉ
No hay comentarios:
Publicar un comentario