¿Dónde quedaron esas
promesas? ¿Dónde quedó eso de que nada nos iba a separar, ni siquiera la
distancia? Una relación es algo muy valioso, que no hay que descuidar nunca,
aunque estés muy ocupado, siempre se podrá sacar tiempo de donde no lo hay si
te interesas en alguien, aunque solamente sea preguntarle qué tal está o qué
tal le ha ido el día o decirle que le has echado mucho de menos. Si no estás
pendiente de la otra persona día a día, es inevitable que la distancia se
forme, hablo de una distancia que no tiene que ver con los kilómetros que os
separan, sino del contacto.
Con el tiempo, todo se va
haciendo más monótono, y lo bonito de estar con alguien, es sorprenderlo cada
día, cada instante, cosas inesperadas y que hagan a la otra persona ilusionarse
y morirse de ganas por volver a verla. Es algo más que decir "te
quiero", es demostrarlo día a día, con hechos, no solo con palabras,
porque las palabras al fin y al cabo no llevan a ninguna parte; son los
detalles, las sorpresas, los momentos y las sonrisas.
Es conseguir que esa magia
no desaparezca nunca, es formar parte de un cuento con un príncipe que siempre
te haga sentir su princesa.
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