Tengo ganas de comerme el mundo a tu lado, con un hambre
voraz que no deje nada para mañana. Tengo ganas de olvidarnos de la rutina y
escaparnos a lugares que nadie jamás imaginaría. Tengo ganas de recorrer las
carreteras más largas y solitarias de este mundo cogida de tu mano. Tengo ganas
de recorrer el mapa que dibujan tus lunares y quedarme con el lugar exacto de
cada uno. Ganas de compartir los julios, y todos los meses del año que hagan
falta. Quiero ser capaz de descifrar todas tus sonrisas, tus miradas y tus
gestos hasta llegar a conocerte más que a mí misma. Tengo ganas de ser tu pequeña aficionada a la
que hagas sonreír cada mañana. Tengo ganas de tumbarme a tu lado mientras
escuchamos la radio y considerar la primera canción como “nuestra canción”.
Quiero parar el tiempo mientras te miro y pienso lo afortunada que soy por
tenerte tan cerca. Tengo ganas de acudir a ti cuando el frio del invierno me
atormente y que entonces tú me calmes y me hagas entender que nada puede
conmigo, mientras me acaricias el pelo.
Tengo ganas de escaparnos de la realidad a un mundo en el que solo
existamos tú, yo y nuestros besos.
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