Perderme en la multitud, una inmensa multitud, donde
nadie me encuentre. Donde nadie sepa quién soy o quien fui, y empiece a conocer
la nueva yo. Gente que no conozcan mis errores del pasado, mis buenos recuerdos
o incluso gente que no tenga absolutamente nada que ver con el pasado del que
intento huir. Donde simplemente no sepan ni como me llamo, ni de donde soy,
donde vivo o porque existo. Inventarme un nombre, unos apellidos, una vida
nueva e incluso amigos imaginarios con los que
jamás puedan comunicarse para saber de mí. Apuntarme a mil cosas en las
que no perder el tiempo, vivir mi vida y no parar de viajar y viajar, perderme
entre multitudes diferentes cada día. Así no podré hacer nada erróneo en la
vida, las preocupaciones desaparecerían. Y puede que mi felicidad recobre su
vida. Porque sabes qué? Estar a 876387729 kilómetros de distancia de tu amor verdadero,
de la persona en la que confías ciegamente, creyendo que será el único amor que
tendrás. Te das cuenta, que te quiere, y que de verdad tenías amigos allí en el
sitio que dejaste. Y lo quieres tener todo. Pero nunca es posible tenerlo todo.
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