martes, 3 de septiembre de 2013

193. Brindaré en plural, por un Nosotros

No puedo dejar de soñar  y aún con mi lista de "cosas que hacer antes de morir" a medio acabar percibo cierto abuse de tu nombre en ella. Y sí, tomo esa hoja como referencia de lo que es mi vida a día de hoy.
No hablo de millones ni de imposibles, la cosa tan solo va de sueños pequeños que sean lo suficientemente grandes como para llenarme la vida e inflármela de gramitos de felicidad y de lugares donde respirar un poquito de aire puro, paz y su voz.
Me importaba bastante poco que hace no tantas horas el frío golpease mis costillas.
El frío no es nada fuerte como pretende ser, ni tan siquiera me intimida cuando tengo tus brazos sobre mi cintura. Llámalo seguridad o el amor y sus tonterías varias, pero me pido esa sensación para mis próximos cincuenta inviernos. Al frío con besos, en mi idioma se le llama cosquillas. Sin ti tan solo es frío, a secas y lleno de connotaciones negativas que sugieren un "te necesito".

Sin duda, todo es más bonito cuando hablamos en plural y las mañanas pesan kilos sin ti. Mis mañanas dependen de un "mon amour" y mi vida de un "Nada, Nunca y Siempre". Seguiré brindando en plural, por los comienzos, esos que son como yo, torpes y repletos de planes. Brindaré por lo que no fue para que fueses.

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