Esperado destino,
¿Tienes buenas noticias para mí? Dime que sí.
Quiero saber que sí. Aún te espero, como el primer día en que me tuve que
marchar. ¿Cuándo vas a llegar? La espera se me está haciendo demasiado eterna,
pero sigo confiando, porque sé que voy a volver a verle. Nuestra historia de
días hablando sobre ilusiones infinitas y travesuras aleatorias no han acabado.
Nos quedaba mucho por hacer. Me sentía bien a su lado. Era todo lo que
necesitaba para sonreír cada mañana al leer sus mensajes llamándome
"dormilona" o sus fotos, con esa sonrisa intensa y blanca.
¿Qué fue de nosotros? Ya no sé a quién
preguntárselo, nadie me responde. Llámame caprichosa, pero no me conformo con
verle a través de una cámara que se para y a veces no funciona. Le quiero en
persona. El tiempo juega en mi contra y parece que me va ganado, aunque ya te
lo he dicho: yo no me rindo. No por él. ¡Si hubieras estado cuando me juraba
que iba a estar siempre lo entenderías! ¡Entenderías por qué tienes que volver!
Para que se cumpla. Porque sé que él me echa de menos, casi tanto como yo.
Abrazarlo otra vez, sentir que somos invencibles; juntos.
Dicen que a veces jodes. Que eres malo. Pero
no tienes culpa, no hace falta que te excuses, yo ya lo sé. Llegas cuando
tienes que hacerlo, con tus consecuencias y tus recuerdos. Quiero que sepas que
me acuerdo de ti. Me visitaste el día en que me fui. ¿Te acuerdas de cuánto
lloraba? Me sentía vacía, como si dejara atrás mis sueños. Entonces pensé que
eras el peor; un frustrado por tus derrotas. Pero ya lo entiendo... Querías que
lo pensara y te escribiera. Para volver. Porque volverás. Igual que yo volveré
a verle a él.
Sólo te pido que no tardes. Porque le necesito
cerca, como antes. Como cada día. Para siempre.
-ELLA.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario