Hay
gente con palabras, con muchas palabras, que aparecen cuando les conviene, a
las que les prestas ayuda sin pensar en cambios o devoluciones, porque eres
como eres, porque quieres que en los
momentos malos tus amigos sientan que estas con ellos, que te tienen para lo que necesiten, que les quieres como a nada. Pero los momentos que recuerdas, son
en los que se cambian las tornas, cuando tu eres el afectado, pero en esos
momentos te das cuenta que las palabras son solo eso, palabras y que nadie
pretende demostrártelo con acciones, porque siempre ocurre, que cuando tu
lo necesitas, ‘hay otras cosas que hacer’, que parecen tener mas importancia que
tu. Por ello te sientes sola, sin una mano a la que agarrarte, de las tantas
que has dado tu. Llegas a un momento de tu vida en el que das cuenta que de
nada sirven tus acciones, porque la gente hace su vida según le conviene, según
sus intereses y sus caídas Porque saben que tu siempre vas a estar para
levantarlos independientemente de lo que hagan ellos después del afecto que
aparenten demostrarte pero que solo lo expresan mediante palabras. Pero siempre
hay alguien en el que puedes confiar, que sabes que siempre vas a tener
incondicionalmente. Esa persona que es capaz de no dormir por verte bien, que
te sacara de casa aunque quieras encerrarte y no ver el sol, que se acuerda de
ti en todo momento. Y es así como realmente valoras tus amistades, como
reconoces que te quieren y lo demuestran día a día haciéndote vivir momentos
inolvidables. Y a esas personas lo que debes es darles las gracias. Porque LAS
PALABRAS SE LAS LLEVA EL VIENTO.
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