¿Desafiarme tú a mí?
Una
pobre chica, una mortal sin alma propia y con la sonrisa rota. Una simple
chiquilla herida de muerte, con cicatrices cortándole las ganas, con lágrimas
negras de tanto llorar. Tú, que no eres capaz de levantarte, de alzar la vista ¿te
atreves a desafiarme? De seguro que no sabes con quien juegas. Yo, señor de
todo y de todos, infranqueable, me extiendo a lo largo de la historia como un
muro de piedra y atrapo en mis entrañas a aquellos que como tú se creen
dichosos. Yo, que con un soplido puedo desquebrajarte el interior, que soy la
velocidad en persona, ese por el que sufres y al que anhelas con deseo. Soy el
que provoca que tus heridas sangren y no
cicatricen. Yo que lo sé todo, que no me puedes engañar, que estuve desde el
principio y estaré hasta que ese amor por el que me ruegas desconsolada que me
detenga llegue a su fin. Criatura ¿Cómo osas? ¿Es que acaso no sabes quién soy?
Soy el tiempo, ese al que
quieren y desprecian. Al que todos saben ver y ninguno conocer. Ese soy yo.
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