martes, 27 de noviembre de 2012

88. Ochentayocho


El eterno sentimiento de no pertenecer. Por qué el mundo tiene que rotar al ritmo necesario para dejar satisfecho al otro. Las circunstancias cambian con cada hora, minuto, segundo. Los colores se vuelven borrosos, difusos, en un eterno circulo vicioso. Me estas pidiendo que renuncie a algo que me hace bien, simplemente porque decidiste cambiar el rumbo en mitad la mitad de la ruta. Estas jugando a ser Dios, confiando en que el mundo va a cambiar solo porque lo pidas. Estas sosteniendo las cuerdas de marionetas que dejaron de obedecerte, que decidieron liberarse. Siempre van a elegir liberarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario