Querido Peter pan:
Te envió esta carta porque quiero que sepas que aquí en este
mundo de abajo existe una segunda Wendy. Yo. No quiero hacerme mayor, quiero
seguir siendo la niña que se ilusionaba con tener una fiesta de cumpleaños como
una princesa, jugaba a las Barbie y no para de reír con sus amigos. Ahora
siendo un poco más mayor de lo que era el año pasado y un poco más joven que el
año que viene quiero decirte que he visto demasiadas cosas de la vida que no me
gustan. Que son difíciles. Y no quiero que mi vida crezca en un sitio así.
Quiero que cada noche al dormir me cuenten cuentos de los que nunca sepa el
final porque me quedare dormida antes de que acabe, así al día siguiente
escuchare el final al despertarme, y empezara otra vez la rutina. No quiero
para de jugar con otros niños de mi edad a juegos como el escondite, el
pilla-pilla o incluso a ese que se jugaba saltando de numero en número
recuerdas? Quiero poder ir al parque cada tarde, y que me enseñen por primera
vez a montar en bicicleta o incluso a leer. Y que cuando lea mi primer libro,
que tendrá 10 páginas con pocas palabras y muchos dibujos, todos se sientan
orgullosos de mí. Quiero ser a veces el centro de atención pero otras muchas yo
y mi mundo. Mi mundo perfecto en el que teníamos que correr por los niños
mayores y hacíamos tonterías para que se fijaran en nosotras aunque nunca lo
hacían, donde dormíamos siesta después de comer, donde cada uno era feliz con
lo que tenía. Así quiero que vuelva a ser mi mundo. Asique por favor Peter Pan
te solicito que me vengas a buscar a la ventana de mi casa, que se te escape tu
sombra y tengas que entrar. Que yo sea quien te la cosa y finalmente que
campanilla me eche sus polvos dorados mágicos y me lleves a ese país donde los
niños no crecen y son ellos mismos, sin falsedades ni problemas. Solo siendo
felices. EL PAIS DE NUNCA JAMAS.
Muchas gracias, disculpe las molestias.
Atentamente; Laura Cabrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario