martes, 28 de agosto de 2012

19. Cigarrillos especiales


Será porque el humo de un cigarrillo llenando su boca a toda prisa e inundando su interior para salir volando por donde entró y desvanecerse en el aire le recuerda a demasiado él. Sera por eso por lo que soy adicta a él, tanto como al cigarrillo que tengo ahora en la mano. El cual me fumo fuera, mientras llueve, en una calle inundada de adolescentes buscando un sitio donde refugiarse. Donde solo me encuentro con parejas como la que somos cuando estamos juntos, como la que éramos hace no tanto tiempo. Me adicté a estos cigarrillos porque fue con él con el que me fume lo que quedaba de aquella cajetilla aquel día. Aquel día en el que la ilusa de mi creía que sería especial, pero que no lo fue. En cambio fue uno de los peores días que he tenido con él, aunque no parara de reír y de sonreir en el momento de estar con él, luego al llegar a casa no se me ocurría que hacer. Cuando me dijeron que aquella chica con la que me vino a ver era su novia desvanecí. Me moría de vergüenza, de rabia, de todo lo que alguien pueda imaginar. Pero sabes qué? No perdí la esperanza. Y hubo más días, y más… hasta que llegó el momento. Un descampado. Una noche perfecta, con una tarde perfecta. Entonces me pregunta si quiero fumar, y estaba claro que iba a decir que sí. Pasar tiempo con él era lo único que quería. Mientras amigos hacían cosas que me cuerdo, pero ni me importaba. La gente pasaba, y disimulábamos. De un momento a otro, me agarra por detrás. Y al girarme allí está su boca a 0.00000000000000000000001 milímetro de la mía. Ocurrió. Ese era el día: el día del resto de nuestras vidas. Esa es la razón por la que ahora, el cigarrillo diario es una necesidad. Mas estando a cientos de miles de kilómetros de su lado. Solo necesito uno para recordar lo perfectos que estábamos entonces.


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