jueves, 9 de mayo de 2013

148. Y la venda por fin se deslizo por mi cara dejándome ver detrás de ella.


Finalmente lo comprendes, llegas a la sencilla conclusión de que los estereotipos no fallan, nada es para siempre... ni siquiera el amor.
El año pasado se me empezaba a caer esa venda que tenía en los ojos que me permitía tener fe y confianza absoluta en ti a pesar de todo, pero... parece que por fin se ha caído, era justo lo que necesitaba, cerrar capítulos de mi vida, arrancar las páginas en blanco para empezar un libro nuevo.
Al verte desde lejos mi cabeza se mantenía fría y mi corazón helado -no le quieres, repetía para mis adentros-, y algo de cierto tenía ese mantra que repetía una y otra vez, empezaba a darme cuenta de que ya no sentía nada.
Me pedías encarecidamente que te mirase a los ojos, al mirarte a los ojos ya no distinguía ese brillo que les atribuía hace años, ya no sentía absolutamente nada, y llegó ese beso, un beso que hace años me hubiera hecho sentirme única, enamorada, llena de vida, una princesa con su príncipe, pero... ya no significaba nada, tenía muchas preguntas en mi cabeza, remordimientos en lo más profundo de mi corazón, culpabilidad por fallarme a mi misma, por caer nuevamente en tus garras a pesar de no sentir nada, y pensaba, ¿Qué es esto?, ¿Simple lujuria?, ¿Dependencia?, ¿Por qué no puedo pasar página?, ¿Qué hago aquí?.
Entre jadeos ahogados, besos húmedos que recorrían el tramo desde el centro del cuello hasta el ombligo, y unos cuantos <<¿Te gusta lo que te estoy haciendo?>> los pensamientos afligidos tomaban impulso desde un corazón herido y tomaban cuerpo en forma de palabras ahogadas


—¿Por qué no puedes quererme como yo te quiero a ti?
—Te quiero
— No, no me quieres. Sólo quieres sexo... Estoy enamorada de ti, llevo años enamorada de ti pero no puedo más.

Y, entre el silencio que se había creado en aquella habitación lúgubre, me llegué a dar cuenta: No podía seguir idealizando un amor adolescente, si yo había cambiado y él había cambiado, ¿Qué nos unía?, nada, ya nada, ni yo volvería a ser su pequeña, ni él mi grandullón, ni volvería la primavera a mi vida, ni volvería a
sentir la adrenalina de verle esperando a que llegase, ni volvería a escribir sobre él en mi diario con bolígrafos Pilot de color rosa, ni volvería a enamorarme, mi corazón había pasado demasiadas veces ya por boxes, pero un pensamiento me atormentaba: Siempre he tratado mal a los chicos por miedo a enamorarme y sufrir, siempre le había tenido a él, siempre podría decir ''Trato mal a los chicos porque estoy enamorada de él y sé que volveremos a estar juntos'', ahora que sé que eso no ocurrirá nunca, ¿Cómo puedo comenzar un nuevo camino y olvidar todo lo anterior?, ¿Cómo puedo perder ese miedo al amor, a querer y a ser querida?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario