sábado, 10 de noviembre de 2012

76. Tú, tú y después tú


Juré que jamás volvería a depender de nadie. Pero aquí estoy, sonriendo gracias a ti. Y ya nada importa, lo que digan los demás, está de más. Me encantas tú. Me encanta saber que deseas que esto no tenga fin. Me encanta levantarme y que seas el primer pensamiento del día. Y el último. Me encanta que me preguntes "nena, ¿quedamos?". Me encanta que me guiñes el ojo. Me encanta que me busques, que me eches de menos, que me necesites. Me encantan tus besos, tus caricias. Me encanta que me hagas rabiar y que lo arregles con un te quiero. Me encanta que me llames princesa. Me encanta que me aguantes. Me encanta tu perfume, tu olor, tu esencia. Me encantan tus ojos, tu sonrisa. Me encanta hacerte enfadar. Me encanta que al verte con otras y yo diga "no quiero saber más nada de ti", me rodees de la cintura y me susurres "no me odies, sólo tengo ojos para ti amor". Me encanta decir que tengo frío, porque ahí estarás tu para abrazarme fuerte. Me encanta que me guiñes el ojo. Me encanta que la gente diga que esto no durará, porque no saben nada. Porque no saben que nos necesitamos. No saben que ya somos uno. Que ya todo está perdido, hemos caído en este juego. No saben que me encantas tú, tú, y solamente tú. No saben nada. No saben que esto no tendrá fin jamás.

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