Y ahora quizás es el momento, el momento justo de darte
las gracias. Las gracias por todo lo que me has hecho sentir estas semanas, por
abrirme un nuevo mundo llenos de posibilidades. Las gracias por entenderme
siempre, por cuidarme incluso por quererme. Darte las gracias porque ya no
existen los días malos, ni siquiera los días regulares. Las gracias por todo lo
que hemos vivido, pero sobre todo las gracias por lo que llegaremos a vivir…
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