martes, 25 de septiembre de 2012
31. Imagina
Imagínate un tren, uno que pasa tan rápido que parece que
vuela, tanto que a veces no puedes evitar perderlo. Uno que a veces quieres
dejar escapar. ¿No puedes? Imagínate entonces un rayo. Sí, esas luces que explotan de vez en cuando
en el cielo sin previo aviso. O una taza de café cargado. ¿Tampoco? Piensa,
entonces, en tu libro favorito, el que has releído tantas veces que el capítulo
uno te los sabes de memoria. O en ese momento del día, ese minuto que hace que
los otros mil cuatrocientos treinta y nueve merezcan la pena. ¿Se te ocurre una
palabra para definir todo eso? A mí tampoco. Pues es eso, exactamente, lo que
me pasa contigo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario