Una vez, un sabio entró en un escenario con un montón de público y contó un
chiste.
Todos se rieron. El sabio volvió a repetir el chiste. Y volvieron a reírse,
aunque un poco menos.
Así repitió el chiste hasta que dejaron de reírse. Entonces el sabio les
dijo.
"No os reis con el mismo chiste ya que lo he contado muchas veces,
pero sí que lloráis por la misma persona por muchas veces que lo
recuerdes."
Pero sabes una cosa? Te aconsejo que nunca pierdas la
sonrisa porque con ella puedes hacer maravillas.
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