No es eso. Nunca hablo de él
porque jamás sabré decir 'es' o 'fue' el amor de mi
vida. Porque no sé si estar triste o contenta cuando lo menciono o lo mencionan
otros. Porque él sólo fue un amor no correspondido que envenenó mi vida, y no
quiero volver a desenterrar todos esos recuerdos. Porque cada segundo que
pasaba con él contaba más que cualquier segundo. Pensé que era distinto, que
era mi alma gemela. Siempre tan atento y siempre haciéndome reír. Cuánto me
gustaba estar con él. Y ahora me encuentro aquí, llorando por él y llorando por
mí, que me encuentro sola y perdida. La que se suponía que era fuerte y jamás lloraba
por un tío con el que sólo había estado unos meses. Porque dejé de amarle para
amarle aún más. Porque ahora vivo solamente por él, pero sin él. Sola y con sus
recuerdos. Unos malditos recuerdos que no se pueden abrazar, tocar u oler. Unos
recuerdos que poco a poco se desvanecerán con el tiempo.
viernes, 31 de mayo de 2013
160. El "Para Siempre" también tiene fecha de caducidad.
Felicidad. Algo que no
sentía desde quién sabía cuándo. Sólo recordaba esa palabra como algo que había
tenido en tiempos remotos, o tal vez no tan remotos, pero sí cuando él estaba a
su lado. Cuando lo veía aparecer desde el banco en el que se encontraba, con
esas gafas de sol y ese pelo desaliñado que tanto le gustaba, pero no tanto
como su sonrisa. Esa que se dibujaba en su rostro al verla. Y a ella le
encantaba, le encantaba que alguien fuera capaz de sonreír por ella, le
encantaba hacerle feliz. Y cuando él llegaba a ese banco, la abrazaba para no
soltarla y la hacía sentirse en el cielo, en un cielo donde sus ojos eran las
estrellas que más brillaban. En esos instantes, ella jamás imaginaba que ese
amor tuviera fecha de caducidad, porque cuando le preguntaba si la amaría para
siempre, él le contestaba «para siempre». Pero ya ves, el tiempo tiene sus
límites, y ellos creían que podrían adueñarse de él, cuando él se adueñó de
ellos. No les avisó de que su amor se estaba apagando como la colilla de un cigarro,
que se estaba enfriando como un café, porque al fin y al cabo, no se habían
dado cuenta de que eran unos jóvenes insaciables de amor.
jueves, 30 de mayo de 2013
159. Amar es una locura a no ser que se ame con locura.
Ayer me volví a perder en
ti, ya sé que prometí no volver a hacerlo, pero, ¿quién puede rechazar esa
sobredosis de locura y amor? Una sobredosis de la mejor droga. Pero como toda droga,
tiene efectos, efectos de felicidad inmensa en ese instante, efectos de echarte
de menos en cuanto te vas.
Y yo ya me siento bastante
afectada por todo, sé que siempre me avisas , pero nunca leo el prospecto y que
la dosis recomendada es justamente la décima parte de lo que nos dimos ayer, que
es peligroso en cantidades desorbitadas pero , en verdad , no me importa.
No me importa porque muchas
veces he pensado en mi muerte, y créeme, morir de amor es mi mejor forma de
morir. El caso es que esos que escriben esas instrucciones, no saben nada de ti,
de mí, de nosotros, porque no saben lo imposible que es despegarse de esos vaqueros
que llevas junto a tu sudadera, no sabes lo complicado que es dejar de
acariciarte o soltarte la mano cuando se ha enredado en la mía, lo difícil que
me parece salir de tu boca, o dejar de escuchar latir tu gran corazón cuando es
allí justamente donde encuentro mi hogar.
Por eso, mi amor, yo prefiero
seguir saltándome las normas, seguir con esas sobredosis incurables de amor, y
ya lo sé que ahí pone que puede provocar la muerte, pero, ¿qué saben ellos? Si
a mí me haces vivir.
lunes, 27 de mayo de 2013
158. "Te hablaré cada diez veces que te eche de menos"
Hay una cosa que sigo sin
entender de ti. Lo fuiste todo para mí (si, en su momento), después algunas
cosas se torcieron (por el miedo), hace unos días (quizás meses) éramos
inseparables, y ahora vienes con todos estos sentimientos escondidos que mi
cabeza no asimila. Yo fui la que estuve ocho meses, ocho, pasándolo mal. Sintiéndome
utilizada y manipulada. Porque eso es lo que me hacías sentir, aunque esa no
fuera tu intención. Me duele. Duele como si tuviera un látigo que me azota cada
vez que aflora un mínimo sentimiento tuyo hacia mí. Porque siempre tendrás ese
miedo a enamorarte de mí. Me sacaron del apuro, por unos 6 meses. Desde que
tuviste la oportunidad volviste como una ráfaga de viento, para quedarte como
una nube de esas negras que salen en las películas de los dibujos animados, que
nunca se van. Siempre, o casi siempre, has estado ahí. Lo has estado cuando
lloraba y cuando reía. Cuando nos veíamos y la tensión se sentía. Y gracias te
lo agradezco de corazón. Empieza a ser tú, y a sentir. A no tener miedo y
afrontar las cosas como vienen por favor. Demuéstrate a ti mismo que vales más
de lo que crees, y que siempre has tenido a alguien al lado. Que te ha sabido
valorar y apreciar. Hasta tus más grandes defectos ha defendido. Porque la
verdad es que siempre te he querido.
Esto era para pedirte perdón,
por decepcionarte. Pero he de empezar a velar por mi salud antes que por la
tuya, o por la de cualquier otro.
Recuerda, lo nuestro siempre
será un trabajo sin resolver.
No podrás librarte de mí tan
fácilmente.
sábado, 25 de mayo de 2013
157. BLABLABLA HASTASIEMPRE BLABLABLA
En el momento más oscuro
apareciste, fuiste una luz, una bocanada de aire fresco y me sentí viva, y
feliz. Hacia tanto que no me sentía así que creo que ya no sabía que
significaba eso, pero ahí estabas, con una sonrisa me alegrabas la vida. Una sonrisa
sincera, esa sonrisa con la que siempre me demostraste todo y a la vez nada, si
había algo que necesitaba (lo sigo haciendo) es tu sonrisa. Peo siempre que volé alto, la caída era
dolorosa y el sufrimiento, inevitable. Cuando pienso que esas sonrisas ya no me
pertenecen y que ahora otra persona te hace sonreír como yo lo hacía, me
retuerzo del dolor. Cada vez más liviano, y quizás llevadero. Es que no hay
nada más triste que saber que hay otra persona que te hace feliz, que te da
todo lo que yo siempre estuve dispuesta a dar y que te quiere…. Como seguramente
tu a ella. Por circunstancias no te pude dar todo lo que quise ni demostrar
todo lo que tú me pedias. Empezamos con mal pie, acabamos con peor. La
confianza ganada en los primeros meses se fue desvaneciendo al tiempo que ya no
sabía que hacías, con quien estabas o porque me ocultabas cosas. Entonces, aquí
estoy levantándome poco a poco. Mientras la otra me toca los cojones cada vez
que puede, porque sabe que desde que llegue la puedo derrumbar. Con solo una
mirada sabe que se te enamorar. Y como no quiero seguir con esta falsa
decisiones he de tomar. Por allí hasta mucho no voy a pasar, no quiero volver a
meterme en medio de donde no me mandan. Debido a que me conozco y que se lo
impulsiva que soy. Me voy a quedar al margen. Eso he decidido.
Adiós, disfruta.
Ojala alguna vez en el
tiempo volvamos a ser amigos y te pueda seguir conociendo.
jueves, 23 de mayo de 2013
156. Una simple drogada de versos.
¿Versos o besos?
Besos en el cuello, versos
en el papel. Besos en cada lunar de mi cuerpo, versos en cada mancha de un
papel sin escribir. Besos en las partes íntimas donde el placer arranque todo
tu ser, versos desde el corazón en un mini trozo de papel.
Juguemos a un juego. Yo soy
tu ama. Tú eres el sumiso. Yo soy la que manda.
Yo pongo las normas. Tú las acatas. El juego se llamará recorrido lunar,
ya que tus besos recorrerán cada parte de mí hasta que me consigas sanar. Nadie
sabe que juego es, ya que lo improviso dependiendo del placer. Encuentra un
lugar oscuro, donde solo las siluetas de nuestros cuerpos se puedan ver. Sin
luces que se puedan encender, ya que el juego así deberá ser. Cuando el lugar
oscuro encuentres, llámame. Yo llegaré y del juego tú podrás aprender. Vestido tendrás
que estar, hasta con tus cordones amarrados vendrás. Yo seré la que te de paso,
para algo mando. Te pediré que empieces a quitarte ropa, mientras una canción asoma.
En dos minutos tendrás que estar preparado, en lo que yo te pido que dejes tu
mente en blanco. Solo sentirás placer, pero siempre que te acerques te lo
quitare. Este es tu castigo, por enamorar al enemigo. Olvida lo que sientes y concéntrate
en lo que padeces. Una enfermedad brutal llamada amor. Te hará decaer justo
como era antes de nacer. Inmune y solo. Recuerda, en este juego mando yo.
Asique me fumaré cigarrillos que apagare entre tus jadeos. Te curaré cada
quemada con algo de alcohol, si es vodka mucho mejor. Olvídate del dolor aún queda algo de tu olor.
Sobre todo en mi corazón. El castigo se acabará cuando el dolor sea tan insoportable
que se convierta en pasión. De pronto tú tomarás riendas a tu imaginación, y
todo mi juego quedará en indignación. Desesperadamente me tomaras, siempre con
un poco de vodka de más. Yo no soy una cualquiera, recuérdalo, soy tu ama. Quien
te paga. Acaba con el dolor, siente amor.
Porque esto no son más que
besos, en los versos de una drogadicta del amor.
*Delirios de una dogadicta*
martes, 21 de mayo de 2013
155. Paulo Coelho - Amor
154. Me fallé cuando me perdí.
"Pienso, pienso que
cuando todo está acabado, simplemente vuelve y fantaseas ¿Sabes? Es como un
caleidoscopio de recuerdos, todo simplemente vuelve, pero él nunca lo hace.
Pienso que parte de mí supo en el segundo en que lo vi, que esto sucedería. En
realidad, no es nada de lo que dijo, ni nada de lo que hizo. Fue el sentimiento
que vino con él. Y lo loco de esto es que no sé cuándo me voy a volver a sentir
de esta manera de nuevo, pero no sé si debería. Sabía que su mundo se movía
demasiado rápido, y se quemaba demasiado brillante... Pero yo sólo pensé: ¿Cómo
puede el diablo estar delante tuyo como alguien que parece un ángel cuando
sonríe? Quizá él sabía eso cuando me vio, supongo que perdí mi equilibrio.
Pienso que la peor parte de todo esto no fue perderlo a él, sino perderme a
mí."
sábado, 18 de mayo de 2013
153. ¿ Parejas ? Mejor sin etiquetas
Hay cosas que uno no puede
hacer solo: discutir, subirse y sujetar una escalera a la vez, o doblar una
sábana de esas de cama de matrimonio. Yo toda mi vida he pensado que lo ideal
era vivir en pareja, por muy extraña que fuera la pareja. De hecho, hay parejas
que acaban convirtiéndose en tríos, parejas que se van quedando sin pareja
porque no se puede evitar el miedo a no estar a la altura; hay parejas que son
imposibles por definición, por historia y por física, aunque no por química; o
parejas en las que la química se ha ido gastando aunque sigan compartiendo una
familia. Familias donde, en algún momento, hubo una pareja, parejas que fueron
en algún momento y ya no son nada... Y eso es lo que más miedo da en la vida.
Cuando la pareja se rompe,
sea por lo que sea, la primera sensación que se tiene es de pánico, un miedo
atroz al cambio, a la pérdida del control sobre nuestras vidas, un miedo atroz
a estar solo. Pero cuando se llega a esa soledad uno se da cuenta de que la
ruptura puede llevarnos a un lugar mejor.
152. Delirios O dudas
Mi mente es un cúmulo de
dudas, un día más que pasa, una duda más que tengo. Dudas que no sé ni por qué
me vienen y que ni yo misma puedo contestar.
A veces creo que son
tonterías de niña pequeña, pero son esas tonterías las que no me dejan pensar
en otra cosa, las que me encierran más y más en mi pompa y no me dejan ver lo
que hay a mi alrededor.
Si esto que siento ahora
mismo me puede llegar a hacer daño como una vez me lo hizo, no quiero sentir
nada. La herida aún no ha cicatrizado.
jueves, 16 de mayo de 2013
151. Instintos Asesinos
Esta mañana desperté
pensando que aún seguías a mi lado. Giré mi cabeza preparada para observar cómo
dormías, y el mundo se derrumbó de nuevo. Todo no había sido un sueño, te
habías ido, y eso era todo. Me levanto, y me preparo algo. Junto con un café cálido
me apoyo en el reposo de la ventana, mientras suspiro y pienso. Recuerdo
aquellos momentos tan llenos, tan efímeros... Y otra vez vuelve esa sensación
de vacío en mi interior. No puedo seguir así, todos dicen que debo pasar
página, pero no se dan cuenta, que tu recuerdo es más fuerte que todas esas
cosas. Daría lo que fuera, cualquier cosa, por volver un instante a tu lado y
revivirlo todo, incluso todos y cada uno de los errores que cometimos.
Supongo, que la culpa fue de
los dos, pero creo que el dolor es sólo mío. No puedo evitar recordarte, no
puedo evitar querer tenerte a cada momento... Supongo que la solución no es
quedarse en casa, y encerrarse en la habitación mientras cae lágrima tras lágrima,
pero a mí me ayuda.
Y es que cada día me hago la
misma pregunta, ¿Qué nos pasó?, ¿Por qué ya no están esas caricias, esos besos,
abrazos, y noches en las que se nos erizaba la piel? ¿Dónde se han quedado?
Sigo queriendo sentirte de nuevo, tenerte cerca, que el aliento sea lo único
que quepa entre los dos. (...) Puede que tú también sientas algo de dolor, pero
estoy segura de que una milésima de él que tengo yo dentro. Siempre miro mi
teléfono, esperando una llamada, un simple mensaje. Algo, que pueda llevarme a
ti.
Pero a veces, hay que
olvidar lo que sientes, y recordar lo que realmente mereces. 15/05/2013
Desperté teniendo una
pesadilla. Tú, ella, nosotros, delante de todos.... es imposible recrear esa
historia. Todos se burlaban, se reían de mí, de todo lo que he hecho por ti.
Estaba incluso aquel chico que conocí, en aquella fiesta de la que poco
recuerdo... pero si me acuerdo de ese, ese solo quería meter mano, y le
abofetee, había estado pidiéndome salir unos días antes pero tu...tú eras mi escusa.
Y ahora que ingenua. Lo que tuve no fue una pesadilla, sino un deja vu, una
advertencia. De que ya no eres mío. Perdí mi oportunidad. Chica disfruta de él,
ya que como lo vea sufrir la advertencia te la voy a dar yo a ti. 16/05/2013
domingo, 12 de mayo de 2013
150. Reconozco que me gustas más cuando estás ebrio.
Encerrada en esta habitación,
mientras estudio economía, viendo como los cristales frente a mí se empañan de
gotas de lluvia ocultando su transparencia.
Pensar es lo mío, necesito
un respiro. Me recuesto sobre la almohada, suave y fina, llena de plumas. Cierro
los ojos y retrocedo en el tiempo. Llego hasta la época en la que éramos
felices. En la que lo dábamos todo el uno por el otro, lo anhelo. Nostalgia. La
puta nostalgia se apodera una vez más de mí. ¿Por qué? ¿Quién o que soy?
He de admitir que recuerdo
nuestro último encuentro cada noche desde que la distancia atraviesa mi corazón.
El me dejaba el día anterior, los dos derrumbados nos encontraríamos al día
siguiente y nadie sabía que pasaría. Reconozco que me encanto pasarme de la raya,
aunque dije que no pasaría. Me encanto ver como esa chispa entre ambos aún existía,
ver como aun me deseabas. Unas copas fueron suficientes para caer en tus bazos,
la verdad es que no recuerdo mucho de aquella mañana, pero la tarde la recuerdo
como si hubiera sido hace unas horas. Acurrucados, como en los viejos tiempos. Deseándonos
y queriéndonos. Saciaste mi sed, yo sacie la tuya pero después se acabó, el
arrepentimiento hundió tu mente. Eso no debería haber pasado. Quise creer que habíamos
hecho el amor, llegue a creerlo durante días, hasta que el último día no me quisiste
ver. Ni un simple adiós. Entonces, solo entonces la venda se deslizo y cayó al
suelo, pude ver como aquella noche de desenfreno solo había sido una noche de
eso, desenfreno. Solo me follaste haciéndome creer que era algo mas y te fuiste
dejándome allí enfrascada en mi amor por ti.
Me querías seguir teniendo
en tu mano, hasta que empecé a plantarte cara y eso no te gusto. Pero no me
arrepiento de nada, absolutamente nada. Aquella noche me sirvió de mucho, y
follar contigo sinceramente sé que es lo mejor. Pero es solo eso,… follar. Nada
más. Y yo, yo necesito flores y corazones, una vez me lo diste pero no fui suficiente
para ti y lo siento en el alma. Pero ya se acabó, esa mano con la que me tienes
agarrada se soltó.
Solo te digo adiós, dando un
apretón de manos y deseándote lo mejor. Pero te lo deseo porque lo necesitaras,
ya que a una parecida a mí nunca encontraras.
Disfruta de tu mono, te
quiere bien lejos.
Laura xoxo
jueves, 9 de mayo de 2013
149. Posdata: Te quiero, te quiero bien lejos.
Ya se hizo tarde y lo
sabes, me duele que no funcionase quererte. Que todas las calles donde nos
besamos dibujan recuerdos que hoy borra tu mente. Me siento tan tonto de tanto
creerte, de tanto pensar que me ibas a ser fiel, de días y noches queriendo
comerte y tú mientras quedando a mi espalda con él. ¿Quién prometió un para
siempre y mintió? ¿Quién lo olvidó y me rompió el corazón? ¿Quién me brindó su
calor y dejó la ilusión apartada que ataba este amor? Y por más que te demostré
que luche por lo nuestro no conseguí tu sonrisa y lo siento. Solo pretendía
saber que eras mío y que no querías otros besos. Sabes que te lo di todo y que
yo no sería capaz de dañarte. De noches de besos de amor y tan solo de un modo que
el "otro" jamás podrá darte. Que débil, que frágil, que fácil dañarme.
¡Qué imbécil que me haces sentir por buscarte! Por no valorarme y darme cuenta
tan tarde que nunca quisiste quedarte...Y me odio por todo lo que hice por ti,
lo que prometí y lo que fui...Lo que sentí no valía, maldito el día que no
pensé en mí. Tía te odio, en mi folio te escribo, que tonto que he sido
callando, luchando, sufriendo, pensando que era tu motivo y recibo tu adiós, ya
no hay más que decir. No quiero verte en
mi vida, ¿te enteras? Sé que no vales la pena. Si voy a luchar será por
quién me quiera y no juega conmigo. He perdido mi tiempo. Esas noches en vela,
dándotelo todo y tú nada, qué pena. No mereces que te escriba ni un tema. Y ya
vendrá otro que sí que valore mis besos y quiera quedarse a mi vera. Vete y no
vuelvas jamás, busca otro perro que vaya detrás. Madura y aprende que el hecho
de estar con una persona significa amar. No te preocupó si lloraba o si estaba
pasándolo mal. No repitas que me quieres se vio de verdad lo que sientes. Qué
suerte la mía de darme cuenta de lo poco que vales. Ojalá te vaya mal y te den
lo que tú a mí, verás lo que es sufrir, Y llores y grites y nadie te abrace, y
no tengas ya nada que hacer y te gire la cara te ignore, te deje sin
explicaciones, te olvide, se vaya con otro y te sientas imbécil verás si es
difícil salir otra vez. Nunca seremos amigos, lo juro. Y no voy a perdonar el
daño que hiciste. Pa' mí ya no existes, no voy a estar triste por alguien que
no me supo valorar. Y deja de prometer cosas que nunca cumpliste, eras
diferente, dijiste, otra vez que mentiste. No pienso escribirte de nuevo, que
te escriba el otro, y que tonto que fui al confiar.
148. Y la venda por fin se deslizo por mi cara dejándome ver detrás de ella.
Finalmente lo
comprendes, llegas a la sencilla conclusión de que los estereotipos no fallan,
nada es para siempre... ni siquiera el amor.
El año pasado se me
empezaba a caer esa venda que tenía en los ojos que me permitía tener fe y
confianza absoluta en ti a pesar de todo, pero... parece que por fin se ha
caído, era justo lo que necesitaba, cerrar capítulos de mi vida, arrancar las
páginas en blanco para empezar un libro nuevo.
Al verte desde lejos
mi cabeza se mantenía fría y mi corazón helado -no le quieres, repetía para mis
adentros-, y algo de cierto tenía ese mantra que repetía una y otra vez,
empezaba a darme cuenta de que ya no sentía nada.
Me pedías
encarecidamente que te mirase a los ojos, al mirarte a los ojos ya no
distinguía ese brillo que les atribuía hace años, ya no sentía absolutamente
nada, y llegó ese beso, un beso que hace años me hubiera hecho sentirme única,
enamorada, llena de vida, una princesa con su príncipe, pero... ya no
significaba nada, tenía muchas preguntas en mi cabeza, remordimientos en lo más
profundo de mi corazón, culpabilidad por fallarme a mi misma, por caer
nuevamente en tus garras a pesar de no sentir nada, y pensaba, ¿Qué es esto?,
¿Simple lujuria?, ¿Dependencia?, ¿Por qué no puedo pasar página?, ¿Qué hago
aquí?.
Entre jadeos
ahogados, besos húmedos que recorrían el tramo desde el centro del cuello hasta
el ombligo, y unos cuantos <<¿Te gusta lo que te estoy haciendo?>>
los pensamientos afligidos tomaban impulso desde un corazón herido y tomaban
cuerpo en forma de palabras ahogadas
—¿Por qué no puedes
quererme como yo te quiero a ti?
—Te quiero
— No, no me quieres.
Sólo quieres sexo... Estoy enamorada de ti, llevo años enamorada de ti pero no
puedo más.
Y, entre el silencio
que se había creado en aquella habitación lúgubre, me llegué a dar cuenta: No
podía seguir idealizando un amor adolescente, si yo había cambiado y él había
cambiado, ¿Qué nos unía?, nada, ya nada, ni yo volvería a ser su pequeña, ni él
mi grandullón, ni volvería la primavera a mi vida, ni volvería a
sentir la adrenalina
de verle esperando a que llegase, ni volvería a escribir sobre él en mi diario
con bolígrafos Pilot de color rosa, ni volvería a enamorarme, mi corazón había
pasado demasiadas veces ya por boxes, pero un pensamiento me atormentaba:
Siempre he tratado mal a los chicos por miedo a enamorarme y sufrir, siempre le
había tenido a él, siempre podría decir ''Trato mal a los chicos porque estoy
enamorada de él y sé que volveremos a estar juntos'', ahora que sé que eso no
ocurrirá nunca, ¿Cómo puedo comenzar un nuevo camino y olvidar todo lo
anterior?, ¿Cómo puedo perder ese miedo al amor, a querer y a ser querida?.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)