Días en los que no puedo más,
días en los que ni mi canción favorita puede conseguir que esboce una puta sonrisa,
días en los que siento indiferencia y apatía por todo. RESUMIENDO: días en los
que no siento NADA.
Estoy harta, llevo años
aguantando críticas de cada uno de mis actos. He tenido años e los que ni me reconocía,
he vivido experiencias que no se las desearía ni a mi peor enemigo ya hora creo
que vuelvo estar igual. Con la incertidumbre de quien soy y que hago aquí.
Llevo sintiéndome inferior a
todo y a todos desde que tenía 7 años, por ser la gordita o la de la nariz que
parece un cerdo o con la voz de pito. Se puede decir que les he dado una
adolescencia tranquila a mis padres, era la típica hija calmada y santa…pero no...
Siempre había una crítica, “no sabes tener amigas Laura”, “¿Por qué no sales
hoy?” y más preguntas insignificantes. Todo lo que hago está mal, y es culpa mía
por quedarme callada y creer que es así.
¿Sabes cuantas noches de
insomnio he tenido gracias a esas putas críticas?
¿Y… el autoestima? ¿Qué es
eso? ¿Algo que intento aparentar tener y después sabe que soy la persona más
insegura del mundo…?
Siempre he tenido un vacío
que he querido rellenar con chicos, con alguien que se preocupara por mí, y
funcionaba cuando estaba con ellos (algunos) se me olvidaba el vacío, se
esfumaba. Pero ahora… ni eso, le perdí, a la persona que por primera vez sé que
me enamoro de verdad, lo perdí… lo perdí todo. Porque detrás de cada decisión hay
una consecuencia que hay que afrontar, y esta es la mía.
No soy perfecta, ni tampoco
pretendo serlo. Soy como soy, inmadura, niña chica, bipolar, insegura… pero así
es como soy. Y si me quieres, acéptame.
Se acabaron esas noches de
insomnio atrasado, empieza a ser tu misma y deja que juzguen, eso se llama
envidia.